Diez años es mucho tiempo. Todos podemos entender que como empresas quieren maximizar sus beneficios, y esto pasa por diferenciarse unas de otras. Hasta hace unos años Google ofrecía el software y Samsung sus apps personalizadas. Lo mismo ocurría con otros fabricantes, pero claro, el tener más de un 30% de la cuota de mercado hace que la palabra de los coreanos valga el doble.
Si quieres llevarte bien con tus aliados no es buena idea competir contra ellos. Todos tuvieron que aceptar la compra de Motorola por parte de Google, pero pocos estaban de acuerdo. Esto hizo que empezara a surgir con fuerza la idea de un plan B para Samsung, basado en sus propio Samsung Hub y Tizen. Este plan secundario contaba con colaboradores de la talla de Intel, que veía una oportunidad perfecta para dar el salto a los dispositivos móviles.
Pero hace unos días Intel anunciaba que se borraba de la carrera por el mundo móvil. ¿Por qué?
No sabemos muy bien que ha ocurrido en estas últimas semanas, pero Eric Schmidt ha estado visitando varias veces Corea. Durante el CES, Samsung lanzó Magazine UX un claro ejemplo de diseño fuera de las líneas de Android stock. Ese launcher destinado únicamente a las nuevas tablets era solo una puntilla para intentar que desde Google reaccionaran, otro tensamiento de la inestable cuerda.
¿Realmente estaba preparada Samsung para competir por su cuenta? Nosotros creemos que no. Y es que Samsung no tiene una cosa que por ejemplo Amazon sí tiene. Un servicio de pagos establecido. Todo se basa en el dinero, y los micropagos desde la Play Store son la mayor fuente de ingresos para Google. Aquí está la diferencia entre cambiar el color de unos iconos o pantallas y de implantar un sistema independiente de Google.

Samsung creará sus propias apps, sí, pero lo hará en aquellas en las que los Play Service más importantes no tienen nada que ver. El futuro Samsung Galaxy S5 tendrá un aspecto muy interesante, pero Chrome, la Play Store y demás apps básicas de Google dejarán de tener una copia descarada por parte de Samsung.
Los esfuerzos de Samsung seguirán ahí y herramientas como Air View o Smart Scrolling no tiene nada que ver con Google. A través de esas aplicaciones de sincronización con televisores o reconocimiento facial es donde Samsung obtendrá sus beneficios.
Esto supone un cambio radical en la manera en la que Google y Samsung conectaban a diario. Un cambio de dirección radical que destensará la cuerda en la que estaban desde que Google compró Motorola. Una compra que ha servido a Google para demostrar a los fabricantes como tiene que ser Android. Una vez demostrado, en Google pueden volver a centrarse en lo importante para ellos, sus servicios.
¿Qué es lo que gana Samsung aparte eliminar la competencia por parte de Google? Primero centrar sus esfuerzos en mejorar sus dispositivos y no intentar abarcarlo todo. Después desconocemos si hay alguna cantidad de dinero por en medio de este pacto o si se ha asegurado que Samsung sea quien fabrique el próximo Nexus, y por ende sea quien colabore estrechamente en que la futura versión de Android sea lo mejor posible.
También cabe la posibilidad de que directamente los Nexus vayan a desaparecer como tales, quizás siendo Motorola-Lenovo el último fabricante elegido para hacer uno, lo que de nuevo implica menos competencia para Samsung y otros fabricantes.
Nadie es perfecto, ni siquiera los algoritmos de Google
Sin embargo, tal y como comunica en una nota, la dinámica y madurez de otros sectores no tiene nada que ver con la industria móvil. Google no va a dejar de hacer hardware. Chromebooks, con la ayuda de Samsung, Google Glass, hype despropocionado y wearables, Nest, venden Motorola Home y compran esta compañía que suponemos será ahora el corazón central del hardware en Google, Project Ara, ¿hardware para móviles sí o no?, tatuajes electrónicos… hay multitud de proyectos de hardware que están directamente controlados por Google.
Para estos sectores del futuro, Google no utilizará las mismas técnicas que usó con Android. En Mountain View se han equivocado. Pretendían hacer algo, no les ha salido bien pero han sabido pivotar para conservar a sus mejores aliados. Esta fuerza es precisamente la que necesita Android para sobrevivir como sistema operativo abierto general.
El futuro es impredecible. Google lo único que hace es asegurar beneficios. Cubrirse las espaldas con las patentes de Motorola, y con algún que otro pacto con autoridades europeas. Conseguir un poderoso aliado en China que presione a Samsung consiguiendo así asegurar que este último, principal fabricante de Android siga queriendo competir.
Este movimiento reportará beneficios para todos los usuarios. Más competencia, más opciones, un mismo market donde descargar todas las aplicaciones. ¿En qué posición quedan ahora las Google Edition si los propios fabricantes dejan de lado sus propias versiones? Aun quedan muchas preguntas por contestar, esperaremos a los próximos comunicados de Samsung para poder completar este nuevo rumbo de Android, que al fin y al cabo, se parece más al que originalmente era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario